Destacado académico del Instituto de Filosofía UC presenta sus avances de investigación sobre filosofía antigua

29 de Julio 2020

Se trata de dos investigaciones desarrolladas por el profesor Marcelo D. Boeri, los cuales se enfocan en la comprensión unificada de la naturaleza de la virtud y el vicio, y la supuesta posición “apolítica” de Epicuro y los epicúreos.

Marcelo D. Boeri es actualmente Investigador Responsable del Proyecto Fondecyt 1200213 (2020-2023) titulado “Virtudes y vicios éticos políticos y epistémicos. Un estudio histórico sistemático del carácter bidimensional de la virtud y el vicio y su aplicación a la democracia”
El presente Proyecto se propone ofrecer un recuento, examen y evaluación unificados de las virtudes y los vicios intelectuales que tienen no sólo una dimensión ético-política, sino también una dimensión epistémica. La investigación examina la comprensión unificada de la naturaleza de la virtud y el vicio, sirviéndose de los desarrollos y debates de algunos filósofos antiguos (mayormente Platón, pero también algunos aspectos puntuales en Aristóteles y el estoicismo) y de algunos filósofos contemporáneos sobre la naturaleza de la virtud y el vicio, teniendo en cuenta (en este último caso) la investigación empírica disponible para que sea coherente con ella. También considerará los casos potenciales de tales virtudes y vicios “híbridos”, como la humildad intelectual, la autonomía intelectual, la obstinación, la credulidad y la arrogancia intelectual, y su papel potencial en la legitimación de la democracia, tal como se la entiende hoy día en sistemas de democracia liberal republicana. Dado que uno de los objetivos centrales del proyecto es limitar nuestra teoría normativa con una psicología empíricamente adecuada, la metodología adoptada también será “naturalista” en el sentido de “la continuidad de los resultados”, donde las teorías filosóficas deben ser informadas por la ciencia y ser coherentes con ella. Uno de los resultados que se espera obtener es mostrar que los debates proporcionados por el pensamiento antiguo son significativos a la hora de evaluar los esfuerzos por mostrar la relevancia de las competencias epistémicas que deben tener los ciudadanos al tomar decisiones. Ciertamente, los gobernantes deben ser competentes, pero no menos competentes deben ser los ciudadanos a la hora de tomar decisiones que suponga poner en el poder a personas que no sólo deben tener competencias epistémicas destacables, sino también “competencias humanas” que, al menos en principio, ayuden a garantizar que la corrupción pueda comenzar a ser neutralizada o al menos reducida de un modo significativo en los Estados.

“Learning to be just in the Garden. Theory, Practice, and Security in the Epicurean Political Philosophy” es otro Proyecto en el que Marcelo D. Boeri ha venido trabajando con el Prof. Javier Aoiz (Universidad Simón Bolívar y desde hace dos años Universidad Católica de Temuco) en los últimos tres años y medio; su resultado será un libro (de aproximadamente 130 páginas) que intentarán publicar en una editorial de habla inglesa hacia fines de 2021.
En este proyecto se examina la supuesta posición “apolítica” de Epicuro y los epicúreos. El epicureísmo entiende la filosofía como una fisiología destinada a disolver las opiniones vacías, y los vanos deseos y miedos basados en ellas, y a lograr la imperturbabilidad (ἀταραξία). A primera vista, su programa parece sugerir un distanciamiento de la sociedad y la política, como sugieren los dos famosos lemas epicúreos, “vive oculto” (λάθε βιώσας) y “no participes en política” (μὴ πολιτεύσεσθαι). Pero distanciarse de la política y la sociedad no significa necesariamente un modo de vida solitario o una falta de interés en la sociedad, cuya existencia ciertamente presupone. Al principio de Sobre la naturaleza de las cosas IV, el poeta y filósofo romano Lucrecio elogia la obra de Epicuro como una respuesta a las sociedades que han alcanzado la seguridad de satisfacer los deseos naturales necesarios pero que, paradójicamente, fomentan en los seres humanos tanto los deseos vanos como los miedos que les impiden ser felices. Pocas filosofías han exaltado la amistad como la más noble de todas las relaciones como lo ha hecho el epicureísmo. No puede decirse, sostenemos, que una filosofía que exalta la amistad y se entiende a sí misma en los términos indicados por Lucrecio carezca de interés por el “ingrediente comunitario” de la vida, por así decirlo. La consideración de la naturaleza de las comunidades humanas, la justicia y las leyes era una parte crucial de la filosofía epicúrea. Su opacidad y recuperación se deben, en buena medida, a las vicisitudes de la transmisión del epicureísmo a la posteridad. Tal opacidad puede verse en el silencio de Cicerón y Plutarco sobre los planteamientos específicos de la filosofía política de los epicúreos. Su recuperación está ligada al nacimiento de la filosofía política de la Modernidad.