El cultivo de la filosofía, como disciplina fundamental del pensamiento y de la cultura superior, ha estado siempre presente en la Pontificia Universidad Católica de Chile: en una primera etapa, a través de cátedras en distintas facultades, principalmente Teología, Derecho, Educación, Medicina o Ingeniería; y hoy en día, como un núcleo elaborador de pensamiento, abierto a todas las otras disciplinas y a los problemas urgentes y contingentes de la sociedad Para velar por la inspiración que debía tener el pensamiento católico dentro de la universidad, se funda en 1922 por iniciativa de quien llegaría ser rector de la Universidad, monseñor Alfredo Silva Santiago, una Academia de Filosofía, con el fin de estimular los estudios filosóficos y teológicos, relacionarlos con las ciencias y defender en ese terreno la fe católica. Este curso superior llegó a tener una matrícula cercana a los 300 estudiantes
Luego, en 1949, se creó el Departamento de Filosofía, y en noviembre de 1970, el Consejo Superior de la universidad lo elevó a la categoría de Instituto de Filosofía, el cual pasó a ser parte de una Facultad que, en ese entonces, integraban también los Institutos de Letras, Historia y Geografía. El primer director del Instituto de Filosofía fue el profesor Francesco Borghesi. En esta etapa, la enseñanza de la filosofía estaba principalmente dirigida a la preparación del profesorado de la enseñanza media, la cual se realizaba en conjunto con el Departamento de la Escuela de Pedagogía UC.
El primero de enero de 1982 se fundó la Facultad de Filosofía UC, tal y como la conocemos hoy: integrada por el Instituto de Filosofía y el Departamento de Estética, elevado posteriormente a la categoría de Instituto. El primer decano de la Facultad fue el profesor Juan de Dios Vial Larraín, y al presente han pasado otros 5 decanos, incluyendo al actual decano, Olof Page Depolo, quien asumió su cargo a mediados de 2017.
El aporte al desarrollo del país lo presentan sus egresados mediante la formación de investigadores y docentes con capacidad reflexiva, crítica y argumentativa para enfrentar los desafíos teóricos, éticos y filosóficos del presente.
El cultivo de la filosofía en la UC, se realiza actualmente de dos maneras distintas y complementarias:
Como una disciplina particular, dedicada a conocer y recrear el pensamiento filosófico y a formar personas especializadas en dicho oficio.
Como una reflexión acerca del fundamento de todas las restantes disciplinas y de problemas específicos analizados por ellas, lo que exige la capacidad de combinar el saber filosófico con el saber disciplinario respectivo. Particularmente relevante es, a este respecto, el estudio de los presupuestos antropológicos y de las opciones éticas en el ámbito de la enseñanza y del ejercicio del oficio disciplinario.