Trinidad Silva se adjudica Fondecyt de Iniciación 2024

A tan sólo pocos días de su llegada a la Planta Ordinaria de Filosofía UC, la doctora en Filosofía Antigua, Trinidad Silva, se adjudicó un Fondecyt de Iniciación 2024 con su proyecto titulado: “Salud Mental y Salud del Alma en la Filosofía Antigua: Diagnóstico, Etiología y Terapia”.

Silva explica que en el escenario actual post pandemia, la salud mental se ha impuesto como un tema prioritario, tanto en la academia como en la política pública. Si bien la salud mental incumbe principalmente a la medicina y a la psicología, el alcance teórico del tema, sobre todo en torno a los problemas que entraña su conceptualización satisfactoria, es gravitante en la filosofía.

En esta línea su proyecto se plantea dos objetivos: El primero, contribuir a una conceptualización positiva y normativa de salud mental desde la filosofía antigua de modo de enriquecer la discusión actual en la disciplina de la filosofía de la medicina, sobre todo con respecto al problema de la demarcación salud/enfermedad como concepto positivo o privativo, concepciones eudaimonistas de salud y la función terapéutica de la filosofía.

En segundo lugar, la idea es renovar el enfoque dominante de estudios de la filosofía antigua centrado en la patología de la emoción, donde se le ha dado especial atención al alma en conflicto con el cuerpo, al rol de la ética por sobre otras áreas de la filosofía, y a la terapia curativa por sobre la preventiva. Con foco positivo en la salud, el presente proyecto busca rehabilitar un enfoque más holístico y sistémico, centrado en la condición amplia de la ignorancia o mania y en la terapia filosófica preventiva. Con este propósito, el proyecto se concentra en discutir

a) diagnóstico, donde surge un examen de la condición de la locura (mania) como ignorancia;

b) etiología, donde se consideran factores de naturaleza somática y ambientales (e.g. la educación), para dar cuenta de que la agencia moral se evalúa dentro de un enfoque holístico y sistémico; y

c) terapia, donde se abarca la filosofía como tratamiento preventivo, a partir de la adopción de creencias y principios, y no solo curativo, donde el rol de la filosofía sería asistencial y focalizado en la dolencia.